
Milei está transformando Argentina en un experimento social sin precedentes. Un experimento que avanza empujando hacia la pobreza a los de abajo y engordando las cuentas de los de arriba. ¿Resistirá Argentina ese descenso a los infiernos?
TOPO EXPRESS
En vez de estar las personas al servicio de la economía, como establece en la práctica la economía neoliberal, propugnamos lo contrario: que la economía esté al servicio de las personas. Ello implica reflexionar sobre cuáles han de ser los pilares económicos de una sociedad más igualitaria, más solidaria, en definitiva más justa, desentrañando las ambigüedades y mentiras con las que los economistas liberales nos engatusan cotidianamente.
Milei está transformando Argentina en un experimento social sin precedentes. Un experimento que avanza empujando hacia la pobreza a los de abajo y engordando las cuentas de los de arriba. ¿Resistirá Argentina ese descenso a los infiernos?
Los trabajadores de Samsung se declararon en huelga para exigir salarios justos, primas transparentes y mejores condiciones de trabajo en medio de los continuos problemas de sindicalización.
China exporta casi el doble que EE.UU., tiene 7 de los 10 puertos más importantes, lidera la producción de coches y pronto la de chips. La deslocalización ha empobrecido a la clase trabajadora occidental y favorecido el advenimiento de la derecha.
Análisis de Roberts de la que parece va a ser la política económica del nuevo gobierno laborista. Él la llama Securonomics. Básicamente, volver a regalar dinero público a las empresas privadas. Insuficiente para sacar a Gran Bretaña de su actual crisis.
Es esencial diseñar una estrategia contra el FMI para combatir el vínculo entre las políticas liberales y el control de las entidades financieras sobre personas y países. Pero no parece que el ascenso de la extrema derecha vaya a servir para eso.
El antaño triunfante orden neoliberal hace aguas por todas partes. El libre comercio empieza a verse amenazado –no así, todavía, la libre circulación de capitales– precisamente por quienes más lo defendieron. El Proteccionismo ha vuelto.
El declive de la UE derivado de la guerra en Ucrania es ya algo evidente y que nadie discute. Alemania, antaño líder de la economía europea, está pagando cara su supeditación a la hegemonía USA. Y nada parece indicar que las cosas vayan a irle mejor mañana.
Por enésima vez, la burocracia de Bruselas advierte sobre la “necesaria” reforma de nuestro sistema de pensiones. Por enésima vez, se demuestra que es un sistema sano. Por enésima intentan recortar las pensiones. Por enésima vez lo impediremos.
En Le capital algorithmique (Écosociété, colección «Théorie»), los economistas Jonathan Durand Folco y Jonathan Martineau analizan el auge distópico del mercado de datos, con sus Gafams triunfantes a costa de nuestra privacidad.
La Unión Europea ultima sus planes para controlar a las empresas europeas, y de rebote a las de todo el mundo. El diseño está ya hecho, y la Comisión Europea empieza –por ahora tímidamente– a dar pasos en esa dirección.
El capital nunca le ha hecho ascos a ningún negocio. El invertido en sexo y drogas es un buen ejemplo de que no tiene barreras, y la complicidad de algunas entidades financieras dan buena fe de ello. Ahora, las citas por internet son su objetivo.
En enero los mayores tiburones del capitalismo mundial se reunían en Davos. Buenos hoteles, buenas fiestas y mucho avión privado. Son los amos del mundo. Algunos políticos de izquierda también confraternizaron (hasta donde les dejaron).